James Anaya brinda información en español acerca de su labor en su sitio web. Foto Jorge Agurto / Servindi
Servindi, 23 de mayo, 2011.- James Anaya, relator especial de las Naciones Unidas para los derechos de los pueblos indígenas, afirmó que la oposición de los Estados a la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas “es una cosa del pasado”.
Si bien anotó que “su aplicación sigue siendo un reto constante” podemos celebrar el consenso mundial que existe ahora detrás de la Declaración en referencia a Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos anunciaron su apoyo al nuevo instrumento internacional.
Como se recuerda, los cuatro países fueron los únicos que votaron en contra de la aprobación de la Declaración en la Asamblea General de las Naciones Unidas que aprobó el 13 de septiembre de 2007 su adopción.
El relator informó al Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas que ha seguido prestando asistencia en la promoción de reformas legislativas, administrativas y programáticas en el ámbito nacional.
A petición de Suriname viajó y opinó sobre el desarrollo de la legislación para proteger los derechos territoriales y comentó una iniciativa del Ggbierno de Guatemala para elaborar un reglamento sobre la consulta.
Con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha colaborado en iniciativas para desarrollar la legislación sobre la consulta en Colombia y armonizar los sistemas de justicia indígena y nacional en el Ecuador.
En Australia, asistió a la conferencia bienal del Consejo de Tierras Aborígenes en la Nueva Gales del Sur para discutir cómo la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas puede impulsar las reformas en los programas del gobierno y las relaciones con los pueblos indígenas.
También informó que ha colaboró con diversos sectores e instituciones en la promoción de políticas y directrices para la cooperación para el desarrollo y la financiación, el medio ambiente y cambio climático, la responsabilidad corporativa, y la protección de los conocimientos tradicionales y expresiones culturales.
Sesión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas. 20 de mayo, 2011
Estudio sobre industrias extractivas y responsabilidad corporativa
El relator recordó que en lo que respecta a su labor sobre estudios temáticos su tercer informe alConsejo de Derechos Humanos difundido en septiembre de 2010 se centró en la responsabilidad corporativa de las empresas para respetar y no trasgredir los derechos de los pueblos indígenas.
Anunció su informe al mismo organismo para este año responderá a las preocupaciones acerca de las industrias extractivas y explorar nuevos modelos y alternativas a los patrones y prácticas que han privado a los pueblos indígenas de una serie de derechos humanos.
Expresó su aspiración de contribuir en el tiempo a elaborar un conjunto de directrices que ayuden a revertir las tendencias históricas y promover el ejercicio del derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación frente a las iniciativas extractivas de recursos naturales en sus tierras.
Agradeció las numerosas respuestas que ha recibido al cuestionario abierto dirigido a pueblos indígenas, gobiernos y empresas sobre industrias extractivas y la responsabilidad corporativa, y que le servirán para el etudio que prepara.
Informes por países
James Anayá detalló al Foro Permanente que completó un informe de seguimiento sobre los derechos humanos de los maoríes en Neva Zelanda, iniciado por su antecesor Rodolfo Stavenhagen.
Asimismo, completó un informe sobre los pueblos indígenas en Rusia y otro sobre las preocupaciones del pueblo sami cuyo territorio tradicional se distribuye en los países de Noruega, Finlandia y Suecia.
Actualmente, está culminando un informe sobre las condiciones de los pueblos indígenas en la República del Congo y Nueva Caledonia (territorio de Francia).
Representación tradicional del pueblo maorí en sesión del Foro. Foto: Jorge Agurto / Servindi
Presuntas violaciónes a los derechos humanos
Anaya narró que la atención de casos específicos de presuntas violaciones a los derechos de los pueblos indígenas representa la mayor parte de su trabajo cotidiano. Esta labor diaria se apoya principalmente en la información escrita que le proporcionan los pueblos indígenas y sus organizaciones, las organizaciones no gubernamentales y otras fuentes.
Estos casos dan lugar a observaciones y recomendaciones que aparecen en sus informes anuales al Consejo de Derechos Humanos.
En algunas ocasiones el examen de casos particulares implica visitas sobre el terreno, como es el caso de su viaje a Guatemala en junio de 2010 y que dio lugar a dos informes, uno centrado la cuestión general de la minería en Guatemala y uno en el caso concreto de la mina Marlin.
En abril de 2011 el relator Anaya estuvo en Costa Rica para evaluar la situación del Térraba y otros pueblos indígenas afectados por la propuesta del mega proyecto hidroeléctrico Diquís, que sería la mayor represa de América Central.
Al respecto, expresó su esperanza y optimismo de que su informe sobre la visita contribuya a la aplicación y respeto del derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado, y a una solución justa a las demandas de los pueblos indígenas afectados por el proyecto.
Coordinación para una labor más eficaz
James Anaya celebró la buena práctica de cooperación entre las instancias de Naciones Unidas con mandato específico sobre pueblos indígenas. Este es el caso del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos lndígenas y su propia relatoría.
El hecho de reunirnos para compartir agendas de trabajo, identificar las fortalezas y limitaciones de nuestros respectivos mandatos, y explorar maneras de hacer más eficaz nuestro trabajo es una buena práctica que espero podamos continuar, dijo Anaya.
El relator expresó su compromiso de examinar los casos que llegan por escrito a su despacho, aún sin tener reuniones cara a cara o visitas presenciales de por medio.
Recordó que la forma de presentar información a su Relatoría se detalla en el sitio web del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y todos sus informes están disponibles en el sitio web de su relatoría producido con el apoyo del equipo de la Universidad de Arizona (Ver:http://unsr.jamesanaya.org/esp/).
Sugerencias al Foro Permanente
Respecto a la labor del Foro Permanente Anaya destacó que “se ha convertido en parte integrante del movimiento internacional para promover los derechos de los pueblos indígenas y sin duda ha hecho una contribución significativa para este fin.
El Foro Permanente cumple este año una década de actividad como el principal órgano de las Naciones Unidas con un mandato específico relacionado con las cuestiones indígenas desde que fue creado por el Consejo Económico y Social (Ecosoc).
El Foro Permanente ha brindado un espacio internacional para promover el diálogo y el intercambio de información y perspectivas entre los pueblos indígenas, los Estados y el sistema de las Naciones Unidas.
Los informes y estudios elaborados por el Foro Permanente han hecho importantes contribuciones a la comprensión de los problemas que enfrentan los pueblos indígenas y son referentes para las instituciones y programas en todo el sistema de las Naciones Unidas y más allá de éste.
Tales informes del Foro representan una impresionante documentación de las cuestiones concernientes a los pueblos indígenas y ofrecen un importante análisis de formas para abordar los problemas pendientes que los pueblos indígenas siguen enfrentando, dijo Anaya.
“El Foro Permanente aún está en su infancia”
Sin embargo, el relator observó que el Foro Permanente aún está en su infancia en relación con otros órganos de las Naciones Unidas, y tiene un enorme potencial por desarrollar para promover los derechos de los pueblos indígenas.
Al respecto sugirió que el Foro Permanente focalice más su atención en la educación y la sensibilización de los aspectos de su mandato, tanto a nivel nacional e internacional.
Anaya explicó con preocupación que en la mayoría de lugares del mundo se carece de un amplio consenso social sobre la importancia de promover los derechos de los pueblos indígenas, incluidos los derechos consagrados en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Esta falta de consenso social a menudo se traduce en una falta de voluntad política entre los actores del Estado y las actitudes generalizadas de racismo y discriminación en contra de los pueblos indígenas, y que a menudo son perpetuadas por los medios de comunicación.
En su labor Anaya refirió que tiene que hacer frente a conceptos erróneos sobre los pueblos indígenas y sus derechos. Por ejemplo, ha escuchado a representantes de Estados asegurar que los derechos indígenas a la tierra y los recursos son incompatibles con el interés de desarrollo del Estado y de realizar proyectos de extracción de recursos naturales.
También ha escuchado repetir errores de percepción entre los actores no estatales en el sentido que los pueblos indígenas buscan “derechos especiales o privilegios que no se ofrecen a la sociedad en general”, o que el avance de los derechos indígenas supondrá una amenaza para la soberanía del Estado o crear los llamados “estados dentro del Estado”.
Ante tales problemas James Anaya destacó la necesidad primordial de generar un diálogo más profundo para fomentar el entendimiento entre los pueblos indígenas y otros sectores, y así ayudar a cambiar cualquier actitud negativa o comunes malentendidos sobre los pueblos indígenas y sus derechos.
Aprovechar las ventajas del Foro Permanente
El Foro Permanente tiene ventaja – en comparación con otros mecanismos- para desempeñar un papel importante en la promoción del diálogo y ayudar a generar conciencia a nivel local e internacional con el fin de lograr una comprensión muy necesaria mayor de los pueblos indígenas.
Por ejemplo, afirmó, puede facilitar foros de debate a nivel nacional, difundir el conocimiento a través del cine y otras artes, y promover la educación sobre las cuestiones indígenas en todos los niveles de la instrucción escolar.
La ventaja del Foro Permanente para emprender tales campañas se derivan de su mandato y la estructura de sus miembros designados por el ECOSOC a propuestas de los Estados y de los pueblos, y que proceden de todas las regiones del mundo.
Una segunda sugerencia del relator se refirió al mandato del Foro Permanente para crear conciencia y promover la integración y coordinación de actividades relacionadas con las cuestiones indígenas dentro del sistema de las Naciones Unidas.
Al respecto, Anaya propuso que el Foro Permanente desarrolle “métodos específicos y bien coordinados” para orientar a los organismos de las Naciones Unidas y otras instituciones cuyo trabajo se relaciona o afecta a los pueblos indígenas.
“A diario, varias instituciones dentro del sistema de las Naciones Unidas llevan a cabo cientos de actividades y manejan millones de dólares dentro de los programas que tienen un impacto directo o indirecto sobre los pueblos indígenas” precisó el relator.
Citó, por ejemplo, a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el UNICEF, el UNITAR, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, el Programa ONU-REDD, entre otros.
“Hay mucho trabajo por hacer para orientar los programas y el personal en el sistema de las Naciones Unidas para responder con eficacia a las necesidades de los pueblos indígenas de conformidad con sus derechos internacionalmente reconocidos”, señaló el relator.
Además, sería de utilidad para el Foro Permanente realizar una revisión exhaustiva de la labor de los organismos internacionales relacionados con los pueblos indígenas, tanto en el plano internacional y nacional, para evaluar en qué medida su programación se ajusta a la las normas expresadas en la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Del Romanticismo a la Solidaridad, Bernardino García, Abuelo Charrúa
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