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Con enorme alegría recibimos esta noticia que llega desde la Provincia de La Rioja, República Argentina, y que fortalece los ánimos en Uruguay, donde el pueblo está dando batalla ante la embestida de las multinacionales que vienen por nuestra riqueza mineral.
Luego de un año y medio de resistencia con un cerco popular rodeando el cerro Famatina, el gobernador Beder Herrera decidió rescindir el contrato con la minera Osisko Mining Company. Una victoria enorme con la que queda demostrado que contra la voluntad popular, no hay gobierno ni empresa que pueda.
Esta victoria la festejan principalmente los habitantes de un pueblito de siete mil personas, que se organizaron en una asamblea, que no se resignaron ante el poder político y el económico. Claro, no quedaron solos en su lucha, recibieron mucho apoyo desde distintos puntos de su país y del exterior. La gente movilizada venció un proyecto depredador y entreguista. Del otro lado estaba el poder del dinero y la complicidad de la corrupción política, de este lado la dignidad de los habitantes de un territorio que no se dejaron intimidar ni por palabras ni por garrotes.
Es una historia reconfortante que merece la más amplia difusión. Sin embargo, escasa importancia le han dado los grandes medios de nuestro país, tan abiertos a comentar lo que sucede en Argentina cuando se trata de frivolidades y chismes faranduleros, pero no tan dispuestos a difundir hechos trascedentes como éste.
El acuerdo original que autorizaba la exploración con opción a producción de minerales en Famatina había sido suscripto en agosto de 2011, pero su ejecución estaba suspendida desde principios de 2012 debido a las fuertes protestas. En histórica movilización, el 2 de enero de 2012 se cortó el acceso a la zona, cuando unas 15.000 personas marcharon frente a la Casa de Gobierno para pedir la derogación del acuerdo.
La lucha popular contra la megaminería debió enfrentar la violencia cuando la policía recibió órdenes de disolver las manifestaciones y detener a los manifestantes, varios de los cuales sufrieron lesiones como consecuencia de los golpes recibidos. Estas escenas de represión policial violenta contra manifestantes pacíficos que solo portaban carteles y entonaban cánticos en calles y plazas, se registraron en varias oportunidades a lo largo de 18 meses desde enero de 2012.
Ahora se inicia una nueva etapa. Lejos de confiar en la palabra del gobernador, los vecinos movilizados se mantendrán en alerta para verificar el cumplimiento de los anuncios de este martes 2 de julio. Hay motivos para sospechar de que se trata de una maniobra política, pues se aproximan instancias electorales en Argentina, y el grupo de Beder Herrera tal vez quiera recuperar parte del electorado que había perdido cuando se puso de parte de la minería a cielo abierto.
Se trate de una maniobra política o no, de todos modos el hecho concreto es que el gobierno de La Rioja debió retroceder en sus planes de autorizar una explotación minera y ello a pesar de todos sus esfuerzos por favorecer a una poderosa empresa extranjera, la que no pudo obtener la llamada “licencia social” que requieren este tipo de emprendimientos de alto impacto ambiental.
Sea ésta una victoria provisoria o el verdadero fin del acecho a los recursos minerales del Famatina por parte de empresas multinacionales, es un logro digno de destacar. En nuestro país donde la misma lucha en defensa de la tierra y de la soberanía está planteada, recibimos con satisfacción la noticia que es un fuerte impulso para seguir adelante con la consigna: “La tierra no se vende, la tierra se defiende”.
Beder Herrera utilizó la represión policial contra los vecinos movilizados, pero al final tuvo que ceder ante la incansable resistencia.
Aníbal Terán Castromán
