Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA)
Qué es el IIRSA?
El IIRSA es un plan para construir infraestructuras en América del Sur. Con ellas las empresas privadas podrán sacar y transportar recursos naturales y mercaderías. Se construirán rutas, ferrocarriles, hidrovías, puertos, gasoductos,oleoductos, acueductos, telecomunicaciones. Los gobiernos se endeudaránpara construir estas obras. Y en vez de mejorar la calidad de vida de la población solamente mejorarán las ganancias de las empresas multinacionales.
El denominado plan “Integración de la Infraestructura Regional en Sur América” (IIRSA) que un sector imperialista, ha implementado sigilosamente en 12 países de Sur América, ha cobrado inusitada fuerza ejecutiva a partir de la crisis capitalista global.
Los gobernadores de la región centro apresuran las obras que tienen como eje la Hidrovía Paraná Paraguay y obras conexas.
Este “ordenamiento” territorial “ordenado” por las transnacionales, pasa inadvertido para la oposición política e incluso para algunas izquierdas; desde estos sectores son escasas las menciones a tan evidente plan de saqueo.
La fragmentación de la información, contribuyen a que organizaciones políticas entren en una dinámica de acusaciones cruzadas, que aportan a sacar de la agenda pública el significado y profundidad de la IIRSA; confundiendo un plan estratégico de ordenamiento territorial dictado por el imperialismo norteamericano, con oportunismo electoral gubernamental basado en la obra pública.
Organizaciones sociales, asambleas y afectados, levantan sus voces y resisten en sus territorios urgidos por el avance del saqueo.
Se trata de intensificar el debate, es la oportunidad para la tan declamada batalla de ideas, pero al mismo tiempo también articular acciones de lucha.
El territorio está en el centro de la disputa, la crisis capitalista mundial presenta un momento único para que emerjan otros paradigmas, caso contrario solo la barbarie
La actual crisis capitalista es el colapso de un sistema global, incapaz de continuar reproduciendo el modelo de acumulación, en las actuales condiciones que él mismo ha creado.
Es la sumatoria combinada, desigual y descontrolada de crisis energéticas, financieras, económicas, sociales, ambientales, agrícolas, militares y culturales de dimensiones gigantescas e inéditas, es una crisis civilizatoria cuya magnitud aún no alcanzamos a mensurar.
A más de cinco siglos de saqueos continuados en América, el imperialismo, insiste que el salvataje del sistema capitalista, es posible, descargando sobre la Región Suramericana, una vuelta de tuerca final sobre las formidables riquezas en bosques, minerales, ríos, selvas, humedales, tierras fértiles y poblaciones nativas, consideradas como “recursos naturales y humanos” todavía exprimibles, superando y removiendo a cualquier precio todo “obstáculos o barreras”, sean físicas, humanas, culturales o de cualquier tipo, que interfieran sus proyectos extractivos.
Bajo esta lógica y con la región concebida como “único espacio económico” integrado, seria factible reducir “barreras internas” al comercio global y sus “cuellos de botella”, desfragmentando la infraestructura existente y otorgando
mayor liberalización (léase desregulación total) a los sistemas de operaciones.
Esta concepción es nada más ni nada menos que un proyecto de segunda invasión, conquista y colonización a gran escala que permitiría en esta fase senil del capitalismo, una suerte de reedición de la acumulación originaria a la que contribuyó la primera invasión europea en América.
