Organizaciones sociales y diputados de la Asamblea Legislativa de El Salvador conmemoraron el Día de las Niñas y Niños Desaparecidos en memoria de los más de 900 infantes que fueron arrebatados de sus hogares en operativos militares durante el conflicto armado que vivió este país centroamericano entre 1980 y 1992.
Durante los actos de conmemoración, el presidente de la Asamblea Legislativa e del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Sigfrido Reyes, exigió a la Fuerza Armada de El Salvador colaborar con las investigaciones mediante la reapertura de los archivos del conflicto armado para agilizar la búsqueda y reparar a las familias de las víctimas de desaparición forzada.
Entretanto, Reyna Guerra, desaparecida por militares en 1980 y reencontrada en 1997, leyó un comunicado en el que solicitó a “la Fuerza Armada facilite información para que se puedan localizar a los niños y niñas que fueron desaparecidos como nosotros”, publicó EFE.
Añadió que las víctimas siguen “esperando que la Fuerza Armada pida perdón por esos daños y que se comprometa públicamente con los hechos del pasado” para que no lo repitan nunca más.
Enfatizó que tiene que haber una reparación a las víctimas e insistió en que la Corte Suprema de Justicia salvadoreña debe actuar con “eficacia para la ampliación de justicia sobre esos crímenes cometidos contra nosotros y nuestros familiares. La emplazamos para que exija a la Fiscalía que investigue los casos que ella misma le ha designado”.
Mientras, la coordinadora de la asociación Pro-Búsqueda, Ester Alvarenga, exigió que la Comisión Nacional de Búsqueda, establecida por decreto del Ejecutivo en 2010, sea creada nuevamente mediante disposición legislativa para garantizar su permanencia.
La organización Pro-Búsqueda tiene registrados 898 casos de niños y niñas desaparecidas, de los cuales 373 han sido resueltos y 525 continúan pendientes, resaltó Alvarenga.
El mayor número de infantes desaparecidos se registra en los departamentos de Chalatenango, San Vicente, Morazán, Cuscatlán y Cabañas. En estos lugares el Ejército aplicó los operativos de tierra arrasada, estrategia sugerida por Estados Unidos.