Comunicador charrúa . Movimiento Originario, por la Tierra y los Derechos Humanos.
¿Cual fue su dispersión geográfica e influencia regional?La dispersión desde la costa del Río de la Plata donde habitaban, se produce a medida que la invasión colonial logra establecerse en los puertos y zonas cercanas al río. Finalmente los charrúas encuentran un poco de tranquilidad cuando se sitúan en amplias zonas desérticas situadas al norte del Río Negro.En cuanto a si los charrúas tuvieron influencia en otras regiones creemos que no, no hay evidencias de ello. Pero tuvieron influencia en aquella cultura mestiza que provenía de la unión del blanco colonizador y la mujer charrúa, o sea el gaucho, quien tomó elementos en parte de los charrúas (boleadora, lanza, dominio de caballo, el mate) y en parte del español (vestimenta, guitarra, lenguaje, etc.). Pero el gaucho tampoco se integró a ninguna de las dos culturas.
¿Que testimonios quedan de su cultura y organización? Vivian en tribus de unas cincuenta personas, dormían en carpas hechas con cuatro estacas y un toldo de cuero o de plantas como techo. De esto no ha quedado nada. cada tribu tenía un cacique que podía ser un anciano en tiempo de paz o un guerrero joven en tiempo de guerra. Elementos físicos quedan: las boleadoras, puntas de flecha, arcos, mazas, hondas, lanzas y poco más. Elementos documentales y relatos y descripciones hay abundantes. Alguno de esos relatos están pautados por lo que se considera una leyenda negra, es decir la difusión difamatoria de ciertas costumbres de los charrúas. Esto era políticamente necesario para justificar que se pudiera actuar por la fuerza contra ellos quitándole sus pertenencias, sus tierras y también sus vidas. En cuanto a sus vestigios de religión, sus cultos de los muertos, etc. estos pueden encontrarse también en descripciones realizadas por naturalistas de la época. De sus luchas por la independencia dan cuenta los escritos de José Artigas, de alguna de los 33 orientales y de Fructuoso Rivera.
Existe por parte del Estado y sus instituciones consideraciones especiales o distintivas respecto a la protección de los espacios que habitaron las antiguas culturas y testimonios aborígenes? No, no existe y creo que no podría existir desde el momento en que fue el propio Estado que propició el exterminio de los charrúas, y aún no se ha hecho responsable de dicho genocidio.Apenas salió hace unos meses, una ley declarando al 11 de Abril como el día de la Nación charrúa y no fue por unanimidad, porque algún sector político se sigue negando a aceptar los hechos del 11 de Abril de 1831.Podría ser que con el tiempo y después que se tome conciencia y se asuma el genocidio, el Estado propicie ese reconocimiento y protección de lugares en que vivieron y además en los museos se cuente la verdad de lo que pasó en el único país de América que no tiene indios. Incluso hay un museo histórico en Durazno que se llama “Museo Rivera” y no hay en exposición ni una sola boleadora o punta de flecha, ni está escrita la palabra “charrúa” y tampoco la palabra “indio”. Incluso cuando se hace la repatriación de Vaimaca Perú desde Francia, a instancias del Ministro Mercader, antropólogos penetran en el Panteón Nacional, abren el féretro y exhiben los restos óseos a las cámaras de T.V. El propósito era realizar estudios de ADN y otros, de los que se hizo responsable la Dra. Mónica Sans, los resultados fueron desastrosos y hasta encontramos 20 errores en una página del informe. Como cosa curiosa, digamos que la Dra. Sans atribuía la muerte de Vaimaca a la llegada de la estación fría en Francia, o sea el invierno. Sin embargo Vaimaca llega a Francia en mayo y muere en setiembre de 1833. La Dra. pensaba que como en esos meses hay invierno en el hemisferio sur, también lo habría en Francia. Por fin se prohibió el manejo de esos restos y se les colocó en una urna para su descanso en paz, porque se los había colocado en un contenedor de acero con gas para seguir estudiándolos durante muchos años: o sea, como material de estudio para los estudiantes.
Actualmente existe una cierta revalorización de las culturas aborígenes por parte de las sociedades americanas, ¿Qué ocurre en ese sentido en Uruguay? Si bien el Estado hasta ahora no ha querido valorar en algún sentido la existencia de los Indios, especialmente la de los Charrúas, que lucharon durante 3 siglos contra 3 imperios, a nivel de la sociedad privada hay algunas mínimas expresiones de identificación, solidaridad y rememoración periódica de la historia de los charrúas. Hay 6, o 7 agrupaciones aunque poco numerosas de personas que supuestamente son descendientes de charrúas y que se reúnen fundamentalmente los días 11 de Abril de cada año para dar testimonio del exterminio en diversos lugares. Uno es en el monumento de los charrúas en el Prado (se trata de las figuras en bronce de los 4 charrúas conducidos a Francia para ser exhibidos y la niñita hija de Guyunusa). Otro lugar concurrido es los alrededores de la horqueta del Salsipuedes con el Tiatucura, donde van cientos de personas incluso a acampar, se tratan de momentos muy emotivos porque reviven allí la matanza y al angustia que deben haber sentido los charrúas en el momento en que ven la traición en las armas del ejército que se abalanzan sobre ellos. Algo digno de destacar es que todos los visitantes tienen permisos de los dueños de esos terrenos, y cumplen con la consigna de dejarlo tan limpio como cuando entraron. Después que se retiran no quedan sobre los pastos ni un mínimo papel. Reiteramos que no existen actualmente charrúas auténticos ni otra clase de indios y que los supuestos descendientes tampoco tienen una información cabal de todos los vericuetos históricos que llevó al genocidio de aquella cultura. Saben lo fundamental, que el presidente Fructuoso Rivera los llevó a la trampa con engaños y allí en Salsipuedes se produjo la matanza. Hemos dicho “supuestos descendientes” porque también como consecuencia del ocultamiento de la identidad de los charrúas muertos en Salsipuedes o sobrevivientes entregados a las familias de Montevideo y al hecho que los charrúas por no ser creyentes no anotaban los nacimientos en las parroquias, nadie aunque sea descendiente del charrúa puede tener la prueba concluyente de que lo es, hay una sola excepción que es el bisnieto del cacique Sepe de nombre Bernardino García que además tiene el mérito de usar el atuendo charrúa en algunas ocasiones tales como en la denominada “fiesta de la patria gaucha” de Tacuarembó. NO HAY CHARRÚAS, en todos los demás países hay familias de aborígenes.
¿Que posibilidades concretas existen, luego del exterminio a que fueron sometidos los Charrúas, que aun pueda perdurar la huella genética en la población actual? En el momento que son exterminados los charrúas, año 1831, ya existían miles de descendientes de charrúas que venían mestizándose, como dijimos antes, a partir del s.XVI. Estas personas eran los gauchos que continuaron teniendo descendencia y las mestizas (hijas de un blanco y una mujer charrúa), que generalmente se ubicaban en establecimientos rurales o en pueblos para ejercer labores domésticas o semi-rurales. Estas mujeres también continuaron la descendencia charrúa, aunque a partir de que se apartaban de la toldería anotaban a los hijos con nombres españoles. A su vez, estos hijos tenían descendencia que también era charrúa de segundo orden y así sucesivamente. Es casi irrelevante la matanza de hombres, guerreros charrúas en Salsipuedes a los efectos de estimar el número de descendientes de charrúas en la actualidad.
Es evidente que hay miles de descendientes de charrúas, y cada vez aumenta su número, a la vez que se alejan de la generación del antepasado charrúa. Por ejemplo, mi madre era descendiente de charrúas, mi padre era italiano, ella tuvo dos hijos, yo y mi hermana, que somos descendientes de charrúas porque también lo era mi madre. A su vez yo tengo dos hijos y tres nietos, lo que suma 5 descendientes más de charrúas, que sumado a mi hermana y su hija (mi sobrina), son 7 descendientes a partir de mi madre. Queda claro entonces que el número de descendientes aumenta con el tiempo, aunque nos alejamos del tronco original. Hay indicios genéticos que se expresen en la conocida mancha mongólica, el diente en pala, el tipo de sangre 0+ y los verticilos en los dedos de la mano (huellas digitales de un tipo especial). Estos indicadores marcan que hay un antepasado indígena, pero no necesariamente charrúa, ya que todos los indios y sus descendientes poseen dichos marcadores. Pero dado que la población charrúa y sus descendientes era la mayoritaria, ampliamente, a través de la mestización intensa pudimos suponer razonablemente que aproximadamente la mitad de todos los descendientes detectados mediante algunos de esos marcadores pueden ser descendientes de charrúas.Hace un tiempo, en el hospital de Tacuarembó, el 50%, exactamente, de los niños nacidos presentaban la mancha mongólica. La hipótesis es que quizás la mitad (o más) de ellos podrían ser descendientes de charrúas.
En determinados grupos, cultores o impulsores de esta revalorización, puede percibirse una especie de fundamentalismo. ¿Cómo ve usted esta situación, existe o es una percepción equivocada? Existe la Leyenda Rosa, creer al Charrúa superior en destreza, fuerza, valor, inteligencia, moral, etc. No es cierto eran hombres comunes, homo sapiens comunes. Se destacaron porque sus útiles de caza y su entrenamiento les sirvieron con extraordinario éxito en las batallas. Y como algo gracioso le han llamado a los cultores exagerados de lo Charrúa con estos nombres: Charrúa maníacos y Charruólogos y a los que están en contra Charrufóbicos.
Varios autores afirman que los Charrúas realizaron alianzas, siempre circunstanciales, con piratas (ejemplo: Etienne Moreau en las costas atlánticas) y héroes de la independencia como Artigas. Pero siempre basados en la protección o recuperación de sus territorios y derechos. ¿Esto es así? No conozco lo referido a Moreau. Lo de Artigas tiene una historia que se remonta a su abuelo. El abuelo de Artigas, Antonio, fue fundador de Montevideo en 1726 y tuvo varios “diálogos” con Charrúas y Minuanes para que no se acercaran mucho a Montevideo. Esos arreglos se llamaban “Las Paces”. Los Charrúas siempre buscaban, como usted dice, los territorios más productivos para su subsistencia, después de estar un tiempo allí, para no agotar totalmente la reserva de alimentos, ya sean animales o vegetales, se iban a otros lugares apropiados. Al cabo de los años podían volver al lugar anterior, con lo que mantenían un equilibrio de la fauna y flora. Cuando se pusieron al servicio de Artigas, en 1814, como fuerzas auxiliares del ejército, acampaban algo lejos de los militares para que sus costumbres no se vieran alteradas. El propósito era lograr la independencia de estas tierras y su muy valorada libertad de movimientos, indispensable para su subsistencia y su felicidad.
Por último, existió realmente la frase: “Frutos, tus soldados matando amigos...” ? Existe escrita en una versión de las 14 que se ofrecen el libro El Genocidio de la Población Charrúa. Es ya un mito que se puede dejar como verdadero por su sentido profundo y simbólico. Pero se le atribuye a Vaimaca Perú, que no estuvo en Salsipuedes. Es la versión 11 de Eduardo Acevedo Díaz, de Agosto 19 de 1890, página 544. (Versión más literaria que histórica).“... Los clarines tocaron a degüello. Bajo aquella avalancha de aceros y aún de balas, la horda se revolvió desesperada, cayendo uno tras otro sus mocetones bravíos como toros heridos en la nuca...”“... El cacique Pirú, al romper herido el círculo de hierro, le gritó al pasar, con fiero reproche: ¡Mirá, Frutos, tus soldados, matando amigos!”
Refugios Naturales agradece la gentileza y paciencia del Licenciado José Eduardo Picerno.
Walter Raymond – Refugios Naturales
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