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Niños indígena mexicanos. Imagen: Redes ciudadanos de Jalisco
Servindi, 17 de marzo, 2011.-El Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) desarrolló dos programas de cómputo para que los niños hablantes de las lenguas purépecha y mazahua cuenten con una educación multimedia.
Las antropólogas Frida Villavicencio y Eva Salgado del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), quienes se encargaron de desarrollar el programa, presentaron el jueves pasado su proyecto de investigación y desarrollo llamado “Materiales multimedia en contextos de diversidad lingüística y cultural”.
El proyecto contó con el apoyo de expertos en cómputo del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), y consiste en un conjunto de software y programas que invitan a los niños a jugar con la computadora usando su lengua materna.
Con la propuesta se busca mejorar el rendimiento escolar de los niños hablantes de lenguas indígenas. Para Frida Villavicencio, este proyecto puede ser de gran valor para las comunidades indígenas, pues en estas se observa índices bajos de rendimiento escolar.
Además señaló que faltan muchos métodos y materiales desarrollados específicamente para los niños hablantes de lenguas indígenas.
Asimismo, la antropóloga observó que entre los objetivos buscados con el proyecto se encuentran: fortalecer las lenguas indígenas y facilitar la apropiación de los niños a las nuevas tecnologías.
También se buscaría crear un espacio de interacción entre la comunidad de hablantes de una misma lengua y aumentar los niveles de eficiencia en la enseñanza entre esos grupos, refirió Villavicencio.
Las dos antropólogas dijeron que este trabajo es estratégico para evitar que continúe creciendo la brecha digital que segrega más a los grupos indígenas.
“Estos materiales también pueden ayudar a que los niños dejen de sentirse avergonzados o discriminados por hablar una lengua indígena y reforzar su identidad cultural”, añadió Villavicencio.
De manera adicional a este material desarrollado para las lenguas mazahua y purépecha, se viene trabajando por un material para la lengua otomí.
El proyecto contó con el trabajo de antropólogos, maestros y expertos en cómputo del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.
Villavicencio mencionó la dificultad de elaborar materiales educativos para hablantes de lenguas indígenas, pues existen palabras en el castellano que no tienen un equivalente en dichas lenguas.
Mencionó el ejemplo de la palabra cocina, que no es fácilmente traducible ya que hay pueblos indígenas que no presentan un lugar específico para cocinar.
“Sabemos que llevar educación a estas comunidades no es tan sencillo como llevar los libros en español y traducirlos. Hace falta estudiar y comprender muchas de las singularidades culturales de estos grupos”, sostuvo Eva Salgado.
Recordó que el proyecto se inició en el 2008 bajo la petición del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), ya que no existía el material metodológico necesario para la educación de los niños indígenas.
La inversión realizada en el desarrollo de este material rebasa el millón de pesos por cada disco de software, contando con el trabajo realizado por los antropólogos y maestros. El financiamiento provino del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), refirieron las antropólogas.
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