Al menos 596 réplicas por arriba de los 4.7 grados en la escala de Richter se han producido en el centro-sur de Chile desde el 27 de febrero pasado, cuando un terremoto de 8.8 grados devastó esa zona del país, informó hoy la Universidad de Chile.
Un reporte del Instituto Sismológico de esa casa de estudios divulgado este jueves precisó que 300 sismos han sido superiores a los 5.0 grados Richter y 23 han sobrepasado los 6.0 grados.
La réplica más fuerte del terremoto de febrero sigue siendo la del 11 de marzo pasado, la cual alcanzó los 6.9 grados Richter, tras la cual, 15 minutos después, se produjo una de 6.7 grados.
Mientras que el pasado 14 de julio, los expertos registraron en la zona donde se produjo el terremoto un sismo de 6.6 grados Richter, el cual generó gran alarma en la población debido a que los expertos esperan un movimiento superior a 7.0 grados.
La mayor concentración de réplicas se detectó en la zona del balneario de Pichilemu, 259 kilómetros al suroeste de Santiago, donde todos los días se registran temblores perceptibles por la población.
El terremoto y posterior tsunami de febrero pasado dejó miles de viviendas destruidas o con daños de consideración, además de 521 muertos y una ‘zona de ruptura’ de 500 kilómetros de largo en la zona sur de Chile.
(Con información de Notimex)
Chile se movía hacia África, pero el terremoto le cambió rumbo hacia el Pacífico
El terremoto de finales de febrero alteró el desplazamiento del territorio chileno, que antes se movía hacia el noreste junto con todo el continente -mirando a África- pero ahora varió el rumbo al suroeste, en dirección al océano Pacífico, dijeron especialistas militares.
Según el Instituto Geográfico Militar de Chile, antes del terremoto, la Placa Sudamericana empujaba a Chile hacia el noreste, al igual que al resto del continente, tres o cuatro centímetros al año. “Para modificar año a año las coordenadas cartográficas, se estima que el continente se mueve de tres a cuatro centímetros al año en dirección noreste, es decir, hacia África”, explicó el coronel Juan Vidal, director de la institución, al diario La Tercera.
Pero el potente sismo provocó una variación en la parte de la Placa Sudamericana que bordea la costa chilena -sobre todo en la zonas centro y sur, las más golpeadas por el sismo- que ahora arrastra gran parte de Chile hacia el suroeste, en dirección al océano Pacífico.
“Detectamos un movimiento de tres a cuatro centímetros diarios en la zona de Cobquecura y Concepción (500 km al sur de Santiago), lo que se traduce en cerca de un metro al mes”, hacia el mar, precisa Vidal.
El instituto puede registrar los movimientos debido a 50 estaciones que tiene instaladas entre la zona central y sur, que registran la información.
Vidal precisó que estos desplazamientos son imperceptibles para el ojo humano, pero que tendrán implicancias legales y cartográficas.
El 27 de febrero pasado, el sur chileno fue afectado por un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter y un posterior maremoto, dejando un saldo de 486 muertos, 79 desaparecidos y daños valorados en unos 30.000 millones de dólares (unos 22.500 millones de euros).
(Con información de AFP)