SEMBLANZA A TACUABÉ ( Indio Charrúa y punto)
I
Naciste en Paysandú,
cazador del berá o ñandú,
la prueba del valor
la pasaste con viento a favor.
Poco sabemos de tu vida,
hasta caer en la embestida
que los criollos urdieron
y preso en Salsipuedes te hicieron.
II
Caminar encadenado,
sangrando, sucio, derrotado;
desde el potrero de la traición
a las celdas de la mansión
que el traidor en Durazno tenía;
primer lugar que testigo sería
del etnocidio infame e infiel,
que separó familias con tu piel.
III
Otra vez las cadenas,
otra vez,¡qué condena!
Tortuosa la marcha que oprime;
pero ver a la mujer charrúa sublime,
viuda, violada y aún altiva,
te sostiene y te motiva.
Por ellas y a su servicio,
aguantarás todo el suplicio.
IV
Como animales entraron
y por la ciudad desfilaron,
hasta el cabildo y sus mazmorras;
mientras los insultos no se ahorran,
van como trofeo de guerra.
¡Pero será vida perra!
¿Cuál era el enfrentamiento?
¿Es humano este tratamiento?
V
Entre las desgracias tocó fortuna,
de allí tribu salió solo una;
un cacique, un hechicero,
una mujer y un guerrero.
El destino una extravagancia,
se marchaban para Francia.
De la celda a un bodegón oscuro,
para un viaje que se hizo muy duro.
VI
A un grupo formado
tu fuiste integrado.
A Vaimaca y Senaqué inseparables
y Guyunusa mujer admirable;
te unieron por ser indio llano,
Tacuabé charrúa, de nombre Laureano,
hermoso ejemplar de varón,
al que Guyunusa rindió su corazón.
VII
Tú sabes, ella está embarazada,
cumplirás la palabra dada,
"a mujer que precise ayuda,
asistiré sin la menor duda."
Lo cumpliste a rajatabla,
dejando al público sin habla
del aquel circo vergonzoso,
cuando nació un bebé hermoso.
VIII
Guyunusa dio a luz en tus manos.
¡Fuerte ayuda a la vida hermano!
No importó la amargura,
ser exhibidos como raras criaturas,
mientras lo registraba la ciencia.
¡Qué terrible! ¡Qué impotencia!
Mientras tu imagen enternece,
con la bebé que en tus brazos se mece.
IX
Senaqué y Vaimaca fueron reclamados,
en el consejo de ancestros están sentados,
Guyunusa muy débil parte con ellos,
ahora tu soledad es el sello.
Con estos versos solo muestro,
que Tacuabé, chasqui oyendau nuestro,
en cautiverio fue compañero y padre,
y solo, de la niña, también fue madre.
X
Indio raso sin linaje,
van en estas letras un homenaje,
por cuantas cosas que nos dejaste;
desde el arco que afinaste,
a las pruebas en el potro,
dominándolo como ningún otro.
¿Dónde fuiste en tu huída Charrúa?
¡Qué misterio que hoy continúa!
XI
Chasqui Oyendau, Tacuabé,
isbaj etriek basquadé,
que el it ijou bajiná
en el oyendau de los inchalá.
(Tacuabé de la memoria mensajero,
levanta el brazo de la verdad,
que el fuego de tus ojos camina
en el recuerdo de los hermanos)
Daniel Marzoratti.
Los Indígenas de Uruguay Vamos por El Convenio 169
de la OIT para su Ratificación “Todos a Firmar”