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Camila Queiroz
Invertir en la protección y en el desarrollo de la población mundial de 1.200 millones de adolescentes puede romper ciclos de pobreza e iniquidad, según el informe global del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) "Situación Mundial de la Infancia 2011 – Adolescencia: Una fase de oportunidades”.
El informe aborda la adolescencia como un período de oportunidades, invirtiendo la lógica que acostumbra reducirla a una fase de riesgos y vulnerabilidades. El estudio, que contó con la participación de jóvenes y adultos interesados en la temática, traza un panorama de la adolescencia hoy, abordando derechos y desafíos enfrentados por los jóvenes y señalando áreas en las que los adolescentes precisan de mayores inversiones, como la salud y la educación.
Nueve de cada diez jóvenes viven en el mundo en desarrollo y enfrentan desafíos particularmente graves, que van desde adquirir educación hasta simplemente sobrevivir. Las dificultades están todavía más exacerbadas cuando se trata de niñas y mujeres jóvenes.
"¿Será que podremos dejar pasar el tiempo? En este exacto momento, en África, una adolescente evalúa los sacrificios que necesita hacer para permanecer en el salón de clases. Otro adolescente intenta desesperadamente no ser obligado a juntarse a grupos armados. En Asia Meridional, una joven embarazada, aterrorizada, espera el día en que, sola, dará a luz a su hijo", describe el director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, que aún delante de este escenario nada alentador, convoca a todos a actuar para generar cambios.
Según la publicación, inversiones realizadas en las dos últimas décadas permitieron grandes avances en los períodos inicial e intermedio de la infancia. Entre los avances alcanzados desde 1990, está la reducción del 33% en la tasa global de mortalidad de menores de cinco años y la eliminación casi total de las diferencias de género en las matrículas en la escuela primaria en diversas regiones en desarrollo.
Sin embargo, menos avances se observaron en áreas que afectan a los adolescentes. Más de 70 millones de adolescentes en edad de frecuentar los años finales de la enseñanza primaria están fuera de la escuela. En Brasil, las reducciones en la tasa de mortalidad infantil entre 1998 y 2008 significan que fue posible preservar la vida de más de 26 mil niños; sin embargo, en el mismo período, 81 mil adolescentes brasileros, entre 15 y 19 años de edad, fueron asesinados.
De acuerdo con el informe, las conquistas obtenidas en la primera década de vida pueden volverse sustentables con políticas nacionales y programas específicos que ofrezcan a los adolescentes acceso a la educación de calidad, salud y protección. Lake refuerza que la adolescencia es una fase decisiva, pues el joven puede consolidar las ganancias de la primera infancia o perderlas. "Necesitamos concentrar más intensamente nuestros esfuerzos en los adolescentes –principalmente en las niñas adolescentes–, invirtiendo en su educación y salud y en otras medidas para involucrarlos en los procesos que mejoran su propia vida”, declaró.
Situación de la adolescencia en Brasil
Además de los datos sobre Brasil incluidos en el informe, la UNICEF también divulgó el Cuaderno Brasil, publicación que contextualiza sobre la realidad brasilera las reflexiones y datos del informe global. Para contribuir con la temática, la UNICEF pretende también lanzar este año un informe sobre la situación específica de los adolescentes en Brasil, con enfoque en las iniquidades, desafíos y oportunidades.
Brasil cuenta con una población de más de 21 millones de adolescentes. El 30% de sus 191 millones de habitantes tiene menos de 18 años y el 11% de la población posee entre 12 y 17 años.
En consonancia con el informe mundial, la situación de los adolescentes de Brasil demuestra que actualmente las oportunidades para su inserción social y productiva todavía son insuficientes, convirtiéndolos en el grupo etario más vulnerable en relación con determinados riesgos, como el desempleo y subempleo, la violencia, la degradación ambiental y la reducción de los niveles de calidad de vida. Las oportunidades son aún más escasas cuando son tenidas en consideración otras dimensiones de la iniquidad además de la edad, tales como: ingresos, condición personal, lugar de la vivienda, género, raza o etnia.
Lea el informe global y el Cuaderno Brasil aquí: http://www.unicef.org/brazil/pt/media_19830.htm
Traducción: Daniel Barrantes
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