El Gobierno uruguayo ordenó a la UPM suspender su producción de celulosa tras alcanzar su cuota anual. (Foto:Archivo)
Luego de que la papelera UPM (antigua Botnia) ubicada en la zona fronteriza entre Argentina y Uruguay, alcanzara su producción anual de celulosa, desde Montevideo le ordenó suspender sus operaciones como lo estipula el acuerdo que suscribiera con Buenos Aires en julio pasado. Por otro lado, el comité binacional de científicos que monitorea la parte ambiental de la zona que rodea a la empresa ingresó a la compañía de pasta por primera vez la semana pasada.
El Gobierno uruguayo solicitó este jueves a la papelera UPM, antigua Botnia, que suspenda su producción de celulosa, que ya alcanzó la cuota del año que el Estado autorizó.
Esta información fue divulgada a la prensa local por el director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Jorge Rucks.
"La planta está funcionando en forma óptima y alcanzó niveles de eficiencia muy importantes (...) consiguió los niveles de producción ya autorizados para el período que culmina el 31 de octubre", dijo Rucks.
La prensa local indicó este miércoles que la empresa de celulosa, ubicada en la frontera entre Uruguay y Argentina, inició el día anterior los trabajos preliminares para realizar el mantenimiento anual.
Esta restricción para la papelera forma parte de un plan que firmaron la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el mandatario uruguayo, José Mujica, en julio pasado para monitorear a la empresa ubicada en la zona limítrofe del río Uruguay luego de los roces entre ambos Estados por la instalación de la fábrica.
El acuerdo estipula la creación de un comité científico que trabaje en el monitoreo ambiental de la papelera conjuntamente con la Comisión Administradora del río Uruguay, en las adyacencias de la empresa de celulosa.
Además prevé el uso de sensores y otras innovaciones tecnológicas que ambas naciones requieran para el control de los líquidos y emisiones gaseosas que puedan ir a parar al fluyente.
Igualmente, el comité asignado realizará el monitoreo de los establecimientos agropecuarios, plantas industriales y las zonas urbanas localizadas en las costas.
En 2003, Uruguay instaló en la localidad fronteriza de Fray Bentos una planta de producción de pasta de celulosa de nombre Botnia, propiedad de una compañía filandesa.
Buenos Aires consideró el hecho como una transgresión del acuerdo alcanzado 1975, que obliga a Uruguay a informar a Argentina sobre la instalación de una planta de este tipo en la zona limítrofe.
Con estos argumentos Buenos Aires decidió llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que falló a su favor, el 20 de abril último.
La instancia judicial internacional determinó que Uruguay era responsable de quebrantar el pacto, sin embargo, no incumplió sus obligaciones relacionadas con la preservación del ambiente.
Adicionalmente, la Corte desechó la solicitud de reubicar la pastera, así como también descartó que Argentina debiera recibir algún tipo de indemnización.
La semana pasada, el grupo de cuatro científicos que conforman el comité binacional para monitorear ambientalmente el río Uruguay, ingresaron por primera vez a la UPM.
Por su parte, el jefe de Gabinete uruguayo, Aníbal Fernández, sostuvo en horas de la mañana que no estaba al tanto de la parada adelantada de la producción, no obstante era una "decisión soberana" del Gobierno vecino.
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fuera la papelera UPM (antigua Botnia)
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Bernardino García (Charrúa) cuenta ABITAB Nº 17508
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