EL DIENTE EN PALA
Se le llama así a una concavidad de la cara interna de los dientes incisivos que presentan el aspecto que se ha llamado forma de cuchara o pala. También es un rasgo común de los asiáticos y amerindios en que se presenta en más del 90% de los individuos. En cambio en caucásicos y negros aparece escasamente, aproximadamente en un 10%. La concavidad interna de los incisivos, principalmente de los superiores, se puede detectar palpando con el dedo índice y observando que en vez de ser la cara interna del diente, plana, es algo ahuecada.
Recordemos que la población indígena de América habría llegado por el estrecho de Bering en una época que podría remontarse casi hasta 30 mil años antes del presente. Por tal motivo es que se trasmite genéticamente este rasgo del diente en pala como la mancha mongólica. La existencia del diente en pala no se trasmite, según hemos observado, a descendientes de indios muy alejados en generaciones pero es un rasgo esencialmente indígena. En un estudio realizado en el Hospital Pereira Rossell la frecuencia del diente en pala fue del 29% con relación a la población general de niños. Considerando la fórmula de Berstein el grado de mestizaje sería del 24%.
La consecuencia es que podemos asegurar que aproximadamente la cuarta parte de los niños atendidos en el citado hospital tienen un ancestro indígena.
Nuevamente se plantea el problema de quiénes son los descendientes de charrúas y no de otros indígenas. El principal elemento a tener en cuenta es la historia familiar, donde generalmente un abuelo es de origen campesino y alguno de sus padres también procede igualmente del interior de la República.
La fisonomía o somatotipo de los familiares que se supone son los descendientes de los charrúas: color de piel característico cobrizo-bronceado-oscuro, somatotipo más bien delgado y fuerte, cara más alargada que redonda, ojos algo más pequeños que lo común, pómulos algo salientes aunque no demasiado, pelo lacio, generalmente negro y grueso, etc.
En los casos de mestizos que tienen su origen por ejemplo en una india charrúa que se une a un blanco en 1750, al año 2000 han pasado seis o siete generaciones y es probable que todos quienes se han unido al primer descendiente sean blancos. Entonces algunos rasgos no aparecerán y el somatotipo también podrá ser diferente. Pero en la práctica podemos verificar la descendencia indígena por algún recuerdo que tenía esta persona trasmitido por sus padres o por la persistencia de alguno de los diferentes marcadores genéticos que pueden mantenerse aún a tanta distancia.
LOS VERTICILOS EN LAS " HUELLAS DIGITALES"
Las huellas digitales, llamadas técnicamente dermatoglifos, son de cuatro tipos básicos en la población mundial, según la disposición particular de sus líneas.
Se denominan presilla I, presilla II, arco y verticilo. De los estudios realizados en nuestro país y referidos por los antropólogos Mónica Sans y Horacio Solla podemos consignar algunos resultados.
En el Hospital Pereira Rossell se encontró un 15% de arcos, 37,5% de presillas, 49,3% de verticilos.
Otros estudios dieron algunas diferencias con el citado anteriormente.
Es aceptado que en la raza negra predomina el tipo de huella digital llamada arco, en los caucásicos la presilla, y en los amerindios y asiáticos los verticilos.
Recordemos que en hospital de Tacuarembó cuando se estudió la frecuencia de la mancha mongólica se encontró un 50% de niños que presentaban dicha señal. Como el Pereira Rossell podemos considerarlo un establecimiento en que se atienden poblaciones de escaso nivel socio-económico comprobamos una gran similitud con el resultado hallado para el rasgo "verticilos".
En la práctica hemos visto algo muy importante: no todas las personas que presentan verticilos son descendientes de indígenas o de asiáticos. Esto hay que tenerlo en cuenta porque muchas personas que encuentran en las antiguas credenciales cívicas una V o una cifra 4 (que significa verticilo en sus huellas digitales) pueden creer que ese único dato es un indicador genético de pertenencia racial a algún grupo indígena. Rotundamente no es así.
Pero por el contrario también hemos visto algo significativo que relaciona los verticilos con los antepasados indígenas. En nuestra práctica hemos observado que en unos 18 casos de personas que ciertamente eran descendientes de indígenas, principalmente de charrúas, todos ellos presentaban verticilo en sus dedos. Algunos, como el caso de Bernardino García, el bisnieto del cacique Sepé, presenta verticilos en los 10 dedos de la mano.
Por lo tanto este indicador de los verticilos resulta útil cuando se trata de confirmar siempre que existan otros indicadores positivos que una persona tiene antepasados indígenas o charrúas según sea la historia familiar y el somatotipo al que nos hemos referido anteriormente.
En las credenciales cívicas que se expedían unos años atrás en la parte superior a la izquierda figuran las siguientes indicaciones:
Ejemplo:
Indiv. Dact. Serie..........V 3342
Sección..........E 4444
Interpretación: Los signos en rojo han sido tomados de una credencial cívica y están escritos a mano. Como se verá son cinco signos que empiezan con una letra. Donde dice Serie se designa los dedos de la mano derecha y la V significa que el pulgar tiene verticilos, lo mismo que el dedo anular de esa mano.
Donde dice Sección se refiere a la mano izquierda y el número 4 significa que todos los dedos menos el pulgar tienen verticilos en esta mano.
OTROS ESTUDIOS BIOLÓGICOS
Sobre los estudios biológicos no vamos a dar información precisa ya que se trata de aplicaciones técnicas que realizan especialistas mediante análisis fundamentalmente de elementos que se encuentran en la sangre ( estamos investigando en que laboratorios puede recurrirse para realizar análisis confiables y oportunamente informaremos). Como norma general podemos decir que el grupo de sangre 0 es predominante en los indígenas.
Los estudios de ADN tampoco resultan útiles ya que solo en el caso de padres e hijos se puede encontrar una compatibilidad significativa del 98% o 99% de seguridad en la descendencia. A medida que se alejan las generaciones, nietos, bisnietos, etc. el ADN no es confiable.
CONCLUSIÓN
Los interesados en saber si son descendientes de charrúas deben recurrir a confirmar la mayor cantidad de indicadores posibles que se han mencionado. También en la historia familiar si se menciona que hubo un charrúa en la familia; la reconstrucción del árbol genealógico si es posible, y su propio somatotipo o el de sus padres, tíos o abuelos que deben asemejarse a los descriptos en este artículo. La existencia de solamente un abuelo o bisabuelo que haya vivido en el interior ( en Departamentos donde transitaron los charrúas) y que haya realizado tareas típicas agropecuarias aumenta la posibilidad de que esa persona tenga mestizaje con indígenas.
Profesemos la Horizontalidad como nuestros ancestros Charrúas.
Sembrando conciencia para cosechar libertad.