La entrega del mando a sus aliados estadounidenses en una de las principales posiciones defendidas por el Reino Unido en el país centroasiático es una muestra de que la retirada comienza.
Un informe que contiene el cronograma de la retirada de las tropas británicas de Afganistán en el 2014 se filtró a la prensa antes de la celebración en Kabul de una conferencia internacional mañana martes.
Los periodistas Jonathan Owen y Brian Brady aseguraron en el periódico local The Independent que el presidente afgano, Hamid Karzai, anunciará el calendario de la retirada de la coalición ocupante, "basado en condiciones y fases de transición".
El mes pasado, el primer ministro británico, David Cameron, en una visita sorpresiva a las tropas en sus campamentos, les dijo que los quería de regreso a casa para las próximas elecciones generales, previstas para mayo del 2015, trascendió en reportes de prensa.
Hace apenas algunas semanas el canciller británico, William Hague, dejó entrever el retorno de los militares de su país en los próximos cuatro años.
De hecho la entrega del mando a sus aliados estadounidenses en una de las principales posiciones defendidas por el Reino Unido en el país centroasiático es una muestra de que la retirada comienza.
El documento citado por el diario londinense constituye la confirmación de que se trabaja en secreto la denominada afganización de la guerra, mientras se acrecienta la corriente de mermar el apoyo a Estados Unidos en la invasión, por la ausencia de avances en el terreno militar.
Cada día las operaciones de la resistencia causan más bajas a los invasores. El pasado viernes murieron otros cuatro soldados británicos y la cifra se incrementó a 322 en toda la campaña, concentrados mayormente en la sureña provincia de Helmand.
Un sitio web creado por la BBC detalla la historia de cada caso y reseña cómo la mayoría de los fallecidos son jóvenes entre 18 y 30 años; en tanto las emboscadas, atentados suicidas y minas antipersonales son los recursos más efectivos de los locales frente al poder de fuego de los invasores.
En una entrevista en un canal de televisión el secretario británico de Defensa, Liam Fox, se negó a comentar sobre el informe revelado por The Independent, pero dijo que el 2014 fue la fecha límite en la estrategia militar para el traspaso del control de seguridad a las fuerzas afganas.
El periódico citó a "una alta fuente militar británica", la cual confirmó que el proyecto era "un mapa significativo en el que se exponen las etapas en el camino a la retirada".
"El gobierno británico habló en términos de un retorno en 2014, pero nadie hizo un calendario para identificar cómo y cuándo. En este documento se muestra que hay una voluntad en la comunidad internacional para su ejecución", opinó la fuente citada.
La autenticidad del documento revelado resulta más creíble tras el anuncio del Secretario de Desarrollo Internacional, Andrew Mitchell, de aumentar en el 40 por ciento la ayuda a Afganistán, cuando el Reino Unido está sumido en un ajuste financiero sin antecedentes en décadas.
En las próximas horas Mitchell pronunciará un discurso en el cual pretende convencer de que el incremento de la ayuda resulta esencial para la estabilidad de la nación centroasiática, y repetirá la tesis de que es una necesidad para la seguridad de los británicos, porque impedirá ataques terroristas.
"Estoy decidido a respaldar los esfuerzos de nuestras fuerzas armadas a medida que trabajamos hacia una retirada de tropas de combate", dijo Mitchell a periodistas, en un intento de preparar a la opinión pública, descontenta por las medidas de ajustes económicos propuestas por el actual gobierno de coalición.
Durante el debate iniciado luego del anuncio del incremento de los gastos dirigidos a Afganistán, un antecesor de Mitchell en el cargo, Douglas Alexander, pidió públicamente que el Secretario aclare cómo se gastaría el nuevo dinero, ya que el Reino Unido es el segundo donante más importante.
"El principal desafío en las zonas afectadas por la insurgencia no es la falta de dinero, sino la ausencia de seguridad y hay serias dudas acerca de la corrupción", dijo Alexander.
El periódico londinense The Guardian recordó en su edición dominical la fuerte corrupción que rodea a Karzai y a su gobierno, y aseguró que ello impediría la efectividad de la asistencia.
En el propio artículo el rotativo aseguró que la ayuda será desviada de la suspensión a naciones "que ya no las necesitan" como Rusia, China y varios países de Suramérica y Europa Oriental.
Observadores, políticos y periodistas coinciden en que el nuevo monto destinado a Afganistán, que suma entre 500 y 700 millones de libras esterlinas para los próximos cuatro años, es la cuota impuesta por Estados Unidos al Reino Unido para aceptar la retirada militar.
Prensa Latina
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